domingo, 25 de marzo de 2012

¡Cuánto cuesta todo!

Cada vez que leo en las revistas de ciclismo lo que hacen otros cicloturistas para estar con un nivel decente, pienso que en el fondo soy un comodón; pero luego me pongo a pensar -es que lo llevo todo para adelante y así no hay forma de conseguir tiempo extra para la bicicleta- y me quedo más tranquilo.

Falta poco más de dos meses para La Sufrida, quiero intentar otra vez esos 103 km que no se me van de la mente, con el puerto de Las Palomas como máxima dificultad. Hay algo fundamental para llevarlo a cabo, aparte de ir entrenando con salidas de varias horas, hay que bajar varios kilos para afrontar con más alegría las duras rampas continuas. En ello estamos.

Ya van casi dos semanas de no cenar, o comer algo muy ligerito, y hoy ha empezado a notarse subiendo por dos veces a Benahavis, con buenas sensaciones, a pesar de que el molesto viento arrastraba cosas de ésas que luego sientan tan mal para mi asma.

Después de lo del accidente de esquí, parece que todo empieza a funcionar de forma adecuada en mi tren inferior.

Soy el tonto de las cámaras y de los instrumentos musicales. Me encanta ésto http://www.youtube.com/watch?v=97czMjuAnSA&feature=relmfu

sábado, 24 de marzo de 2012

Playa de Pinomar en día nuboso

Luz agradable para la fotografía, soledad y ganas de absorber el ozono que suministran las olas del mar. Todo es movimiento en esta playa, a escasos kilómetros de Marbella; tan pocos, que muchos van de paseo por la orilla hasta allí.

Una pequeña gaviota va agotando la escasa luz del día, buscando minúsculos seres ocultos en la arena de la orilla.

No escarmiento. Caigo hipnotizado ante ese azulete fundido de cielo y mar. Lo que han parecido minutos, han sido horas.

Se va la tarde, entra la noche, hay que ir recogiendo, mientras otros ya van encendiendo las luces que acompañen mi regreso a la ciudad.

lunes, 19 de marzo de 2012

Primer baño marino del 2012

Terminé el año bañándome en mi mar, pero entre lesiones y otras cuestiones, no había vuelto de nuevo a sus aguas. Este domingo fue el día propicio para tal fin, previo paso por la cálida arena.

Después de una sesión de fotos de insectos libadores y otros seres deambulantes, fui a dar un paseo con uno de los dueños de mi vida. Que empiece a abrirme camino es buena señal.

La corriente de Poniente nos trae el agua de El Estrecho, fría como ella sola. Solo el color azulado es suficiente como indicador de su gélida temperatura. Desde la orilla tenemos olas rompedoras.

Entre juegos y peleas con agua, salpicando padre a hijo y viceversa, terminamos chorreando.

Los saltos son inevitables para sortear esa ola que se empeña en pasarnos por encima.

Al final, terminan por vencer ellas. Nosotros solo podemos rendirnos ante su perseverancia, y aliviar nuestros ojos del escozor de la sal.

Así pasó un domingo más en la vida de este ser humano con aspiraciones a ser feliz.

sábado, 17 de marzo de 2012

Ruta de El Pozuelo. La Vuelta

La vuelta al parador de Juanar desde El Pozuelo es una secuencia de paisajes a cual más bonito. Hay un bosque precioso alrededor de una destacada cima rocosa.

La sorpresa viene con algunos pinsapos a pie de camino. El ir solo permite consumir todo el tiempo que se quiera fotografiando todas las cosas bellas que vas encontrando al paso.

Si calculas el paseo para llegar con el atardecer, puede que la luna te sorprenda con su presencia en medio del azul del cielo.

Gira la cabeza al Norte y te encontrarás con la protegida Sierra de las Nieves, en un entorno parecido al que se puede ver en el Norte; podría tratarse de un tramo en Pirineos.

Un pino y unas nubes pueden dar para un rato de contemplación.

El camino de vuelta se va tornando en diferentes escenarios.

Al Este empiezan a aparecer algunos de los pueblos cercanos, bajo el telón de algunas nubes dibujadas en el cielo.

Al lado del destino final tropiezas con un bosque aún dormido por el invierno, pero que en breve volverá a estar verde.

Unas horas conmigo y mis pensamientos. La mejor de las terapias. Os dejo una canción del camerunés Richard Bona, se titula Muntula Moto. Fue todo un privilegio verlo en directo en Málaga. Si eres un aspirante crónico a músico, como el que suscribe, no puedes dejar de oír su música.

domingo, 11 de marzo de 2012

Ruta de El Pozuelo

También llamada -senda de José Lima- es una ruta circular que, aunque se pueda hacer en ambos sentidos, yo recomiendo hacerla de Este a Oeste para evitar confusiones a quien no conozca bien la zona.

Yo opté por dejar la moto en el parador de Juanar para bajar por la carretera hasta el lugar donde está el letrero que inicia esta entrada al blog.

No tengo que decir que hay que cargar con las cámaras fotográficas para poder guardar los paisajes fantásticos que iremos viendo por el camino. El primero, a la vuelta de la esquina. Este maravilloso puente de piedra.

Cuando llevamos unos cientos de metros bajando la carretera, encontramos el cartel y tenemos que bajar hasta el riachuelo, que ahora está seco, y empezar a subir por la ladera hasta arriba. No hay pérdida alguna. Incluso aquí, tiene belleza un apoyo metálico para transportar la energía eléctrica.

Muy pronto nos daremos cuenta de que no estamos solos, nos acompañan las abejas atareadas en su labor de elaborar una de las mejores mieles para los que padecemos de asma: la miel de romero.

Solo hay que volver la mirada para comprobar la altura que se va ganando en poco tiempo.

Poco a poco se verá el final de esta ladera, donde seguirá el camino rumbo Oeste.

Otra vez toca subir un rato, y a falta de compañía, uno mismo tiene que hacerse la foto para que se sepa que estuvo ahí.

Empieza a aparecer lo que será la antesala de un precioso bosque.

Y al fin se llega a El Pozuelo. No esperéis otra cosa que una especie de abrevadero para animales salvajes, alimentado por una conducción de polietileno de la cual sale ahora un hilo de agua. Está indicado por un cartel de chapa metálica ya oxidada y de difícil lectura.

Seguiré con una segunda entrada, ya que son muchas las fotos que hice y me gustaría mostrarlas. Así más de uno seguro que se decide a echar un rato por unos parajes muy bellos que hay aquí al lado de Marbella.

sábado, 3 de marzo de 2012

Secuencias

La luna no solo afecta a las mareas, también satisface nuestras necesidades artísticas. Si la miras por un momento, terminarás hipnotizado por su poder. Te llega la curiosidad por saber cómo serán esas montañas que intuyes desde aquí como sombras sobre lo que vemos como una superficie blanca. En ocasiones parece espiarnos de día, camuflándose en el celeste del cielo.

Cada atardecer el sol nos retira su luz y calor, en una secuencia de tonos, ora amarillos, ora anaranjados. Los botes pequeños se dirigen a puerto después de una intensa jornada en la mar, acechados por una cercana noche para la que no están preparados. Las gaviotas siempre acompañan la vuelta en espera de alguna recompensa en forma de pez.

Pocos minutos después, el sol se perderá entre nubes, dejándonos unos tonos dorados, dibujando un pasillo sobre la superficie del mar, como invitándonos a dar un paseo sobre esa mar de la que tan enamorados estamos.

Últimamente me paso los días esperando nada ... http://www.youtube.com/watch?v=woEc7Rf32Ok